En la foto no se aprecia muy bien, pero si os fijáis se pueden ver las figuras de dos delfines asomando a la superficie. También junto a ellos se distingen una serie de turistas que intentan acercarse a ellos con dudoso éxito.
Esta fotografía la tomé en las Islas Mauricio. Se trataba de una excursión en catamarán, en la que podías observar las calas más impresionantes, comer en el oceano y con un poco de suerte acercarte a uno de estos maravillosos mamíferos. Para lo último, disponías en el barco de un inmenso cajón repleto de tubos y gafas de bucear, que por supuesto no sabías quién había usado antes, lo que lo hacía más emocionante, a la vez que asqueroso.
Fue muy difícil acercarse a uno de estos cetáceos, pero hay que decir que solo verlos nadar tan cerca fue impresionante.
Tengo que decir que como amante de los animales que me considero, y teniendo en cuenta que me encantan los delfines, siento una enorme envidia (sana).
ResponderEliminarLa verdad que leyendo tu post me he quedado con ganas de saber muchas cosas más que seguro que tendrás que contar.
Felicidades por tu blog. Saludos