sábado, 9 de enero de 2010

Un paseo por Zimbawe II

Más abajo tenéis la primera parte de este paseo.
(...) Una de las excursiones más apasionantes, que tuvimos el placer de disfrutar, en nuestro paseo por Zimbawe, fue la que hicimos montados a lomos de una preciosa y expectacular hembra de elefante africano.

Si bien es cierto que nos prometieron visitar una reserva que estaba repleta de animales, y no vimos más que unas manadas de los mismos monos que buscaban comida en el hotel y una manada de esta clase de jabalí que popularizó la película El rey león con el personaje Pumba. Se puede decir que aún así fue una verdadera pasada.

La expedición se compuso de unos cinco elefantes, con sus correspondientes cuidadores, y una especie de encargado de cuidadores, que caminaba abriendo la caravana, cargado con un fusil que decía era para auyentar posibles ataques. Supongo que formaba parte del espectáculo, pero lo cierto es que impresionaba.

Al finalizar la expedición, que duró sobre un par de horas, tuvimos la ocasión de fotografiarnos con nuestra amable portadora y recompensarla con una serie de caricias y golosinas. Supongo que las últimas le hicieron más gracia.

Una vez terminada la fantástica experiencia, nos devolvieron al hotel. Y claro, con tanta adrenalina corriendo por nuestro cuerpo, no podiamos más que seguir buscando aventura aunque fuese cerca del hotel.

Así que decidimos ponernos a buscar a esos monos tan atrevidos y que tanta gracia nos habían hecho. La verdad no fue difícil, ya que estaban por todas partes, y se puede decir que en aquellas ciudades los monos son unos habitantes más, como por ejemplo aquí lo pueden ser las palomas del parque.


Tampoco tardaron en avisarnos, los ciudadanos que por allí pasaban, de que no eran de fiar y de que intentáramos mantener las distancias, sobre todo con los machos dominantes. Yo creo que las personas nos vieron la pinta de pardillos y de guirufos que llevábamos y pensaron que mejor avisarnos. Lo cierto es que ahí nos dimos cuenta de lo buena gente que eran, porque si soy yo los dejo y me pego una "panzá" a reir fina...

Pronto nos percatamos que conseguían lo que querían casi siempre y que si tu no se lo ofrecías más rápido, el que estaba de más allí eras tú. Prácticos y claros como la vida misma si te fijas un poquito. Así que tras fotografiarlos un rato y disfrutar de sus entresijos, nos volvimos de retirada.

Reitero lo dicho: Zimbawe es maravilloso y sus gentes, fauna y flora aún más. Espero que pronto supere esa nación los problemas que la estan atosigando. Un saludo.

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